Después de un frustrado viaje a Montánchez para intentar volar (nos la jugó la meteo local) nos fuimos a comer una paellita al pantano de Orellana, nos dimos un bañito y por si acaso mañana el dios Eólo sigue en sus trece, nos hemos venido al aeródromo de Don Benito a volar en ultraligero con Lolo.
(y si encuentro las fotos, las subo; lo prometo)
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